La relación que existe entre lo que comemos y nuestro estado de ánimo es verdaderamente compleja, pero gracias a la adquisición de nuevos conocimientos a través de estudios científicos, se ha logrado entender algunos componentes dentro de esta relación.
En primer lugar, se sabe que la relación entre comida y estado de animo es bidireccional, esto quiere decir que tanto tu estado de ánimo puede afectar las decisiones que tomas sobre qué comer, como tu alimentación puede afectar tu estado de ánimo, y en buena parte esto es lo que hace tan complejo el entendimiento de que alimento o que estado de animo afecta que y como.
Primer enfoque comida-estado de animo
Por un lado, tenemos a la comida influenciando nuestro estado anímico, un ejemplo rápido es la relación entre consumir azúcar y la mejora en el estado de ánimo. Existen algunas teorías explicando de que manera se justifica este suceso, pero a la fecha la evidencia científica apunta a que mayormente el consumo de alimentos que solo contienen azucares (como refrescos) no tiene un efecto positivo en el estado de ánimo, y se propone que el consumo de azúcar podría mejorar el estado de ánimo solo bajo condiciones muy específicas que involucran diversos factores propios de cada individuo y su entorno.
Segundo enfoque estado de ánimo – comida
Por otro lado, tenemos la relación entre como nos sentimos y de qué manera influye en nuestras decisiones sobre lo que comemos. Comúnmente se acepta que nuestro consumo de alimentos cambia dependiendo de si estamos tristes, enojados, alegres, ansiosos etc. Por ejemplo, se ha observado un mayor consumo de alimentos durante periodos de aburrimiento, depresión y cansancio, y un menor consumo cuando se está tenso, asustado o con dolor. Sin embargo, este patrón de respuesta no es 100% exacto, debido a que cada estado de ánimo puede afectar de manera diferente a cada persona. De tal forma que la investigación entorno a este segundo enfoque ha generado varias teorías que abordaremos más adelante.
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