Como ya se mencionó, se han observados cambios positivos en la salud de las personas cuando modifican sus hábitos aun cuando no existe cambio de peso. Pero, bajo esta pregunta explicaremos un poco más sobre lo que se sabe al respecto.
A la fecha se ha acumulado un número considerable de investigaciones alrededor de este tema, y se ha observado que existen otros componentes que ayudan a mantener nuestro cuerpo en óptimas condiciones. Sin duda se sabe que la reducción de peso genera un cambio positivo en la salud, pero que esta reducción de peso no es uno de los mayores determinantes. Mantener un estilo de vida que promueva una adecuada condición física y nutricional, es de mayor importancia, ya que posee un efecto observable de manera rápida y perdurable con el paso del tiempo.
Los beneficios de mantener una vida activa evitando el sedentarismo y que procura un adecuado estado nutricional, proporcionan a nuestro cuerpo un mejor estado metabólico (funcionamiento interno), sin la necesidad de tener que alcanzar un peso en particular. Algunos de estos beneficios se extienden a cuestiones como mejorar los niveles de glucosa (azúcar) en sangre tanto para diabéticos como para personas que no tienen esta enfermedad. También, se ha visto el cambio positivo en los niveles de presión arterial, promoviendo el mantenimiento de niveles adecuado tanto en personas con y sin hipertensión. Otro beneficio observado es la mejora en los niveles de lípidos (grasas) en sangre, con aumento del colesterol “bueno” (HDL) y reducción del colesterol “malo” (LDL y VLDL). Aunado a esto se tiene evidencia de mejoras en el tejido muscular, cardiovascular, y endócrino. Reducción de triglicéridos y colesterol mejores niveles de glucosa (azucar) en sangre disminución de la presión arterial mejor funcionamiento del tejido muscular
Todos estos beneficios se obtienen sin la necesidad de un cambio de peso forzado, es posible que derivado de fomentar estos cambios en el estilo de vida se genere una disminución del peso, pero esta pérdida de peso será un cambio paulatino y principalmente se verá como un resultado, no como un requisito para generar una mejora. De hecho, como contraparte de esto se tiene la evidencia de que aun en personas “delgadas”, un estilo de vida sedentario y carente en el aporte de nutrientes que el cuerpo necesita tiene un riesgo aumentado de padecer enfermedades crónicas como diabetes, e hipertensión.
En otras palabras, mantener un peso específico que se considere delgado no es sinónimo de salud, pues es más importante tu estilo de vida, lo que comes y lo que haces, que lo que pesas.
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