En octubre y parte de noviembre podemos encontrar distintas variedades de calabazas que no vemos el resto del año. En México la mas ocupada en estas fechas es la calabaza de Castilla, que se utiliza para la elaboración de un dulce típico que suele ponerse en las ofrendas del día de muertos en algunas zonas del país.
Pero las calabazas nos dan más que su carne para preparar dulces, adornos o platillos salados. Nos dan sus semillas. La semilla de calabaza, como otras semillas son buena fuente de proteína, fibra, antioxidantes, calcio, magnesio, zinc y omega 3. Es por esto que las semillas de calabaza son una excelente opción de snack o como ingrediente para algunas ensaladas.
¡Así que no tires las semillas de tu calabaza!. Aprovéchalas y prepáralas para que puedas disfrutar de su valor nutricional y delicioso sabor. Prepararlas es muy fácil, solo tienes que agregar un poco de aceite de oliva, sal, pimienta y opcionalmente alguna otra especia de tu elección para aumentar su sabor. Yo las prepare con salvia seca y quedaron super riquísimas. Te las recomiendo muchísimo.
Cuando estes limpiando tu calabaza, saca todos los pelitos con las semillas y límpialos al chorro de agua con una coladera, así será más fácil separarlas.
Después extiende las semillas en una charola con papel estraza y con una toalla limpia, quítales el exceso de agua. Déjalas secar por algunas horas o durante la noche. Si las semillas están húmedas cuando las metas a hornear estas se cocinaran y quedaran suaves pero no crocantes.
Recuerda que un aspecto importante para tener una alimentación saludable es incluir variedad de alimentos y sobretodo que sean de temporadas. Así ayudas a tu cuerpo, tu monedero y al ambiente.
OJO: de una calabaza de Castilla mediana me salieron 142 g de semillas, que es con lo que hice esta receta.
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