Las verduras y frutas son organismos vivos y como tal continúan su proceso de respiración y transpiración. Por lo tanto, se requiere cubrir ciertas necesidades para aumentar su tiempo de almacenamiento.
Temperatura ideal. A menor temperatura, disminuye la actividad respiratoria y aumente el tiempo de vida.
Mantener humedad. El agua es parte fundamental de la estructura de verduras y frutas. Después de ser cosechados, el agua que pierden a través de la transpiración no es recuperada ocasionando que el producto se marchite. Mantener la humedad adecuada mediante bolsas plásticas perforadas o incrementar la humedad en el aire que las rodea favorece la conservación del producto.
Otras consideraciones:
Evitar temperaturas extremas. Los cambios bruscos pueden dañar el tejido
Algunos productos son sensibles a la congelación y requieren de una preparación antes de poder ser congelados (revisa nuestro post anterior sobre como congelar verduras y frutas).
Remover productos dañados o de baja calidad. En su mayoría las verduras y frutas son resistentes a infectarse siempre que mantengan su cascara intacta. En caso de estar dañados retira o utiliza inmediatamente, no los almacenes.
Cuidados del área de refrigeración
Mantener el refrigerador limpio, reduce la contaminación que puede provocar entre alimentos y olores que pueden ser absorbidos entre alimentos.
Recuerda poner cualquier tipo de carne sobre una charola que sirva para contener los jugos que pueden escurrir de la carne incluso si esta empaquetada.
Procura guardar todos tus alimentos en bolsas herméticas o contenedores rígidos con buen sello.
Es bueno asegurarse que tu refrigerador mantiene la temperatura por debajo de los 6°C, utilizando un termómetro para refrigerador.
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