Es muy común escuchar el término “yo-yo” cuando se habla de control de peso, haciendo referencia a la ganancia de peso después de haber logrado una reducción de peso. Este efecto “yo-yo” es conocido en inglés como “weight cycling” que podría interpretarse como la ganancia y pérdida de peso repetidas veces (Bosy-Westphal et al. 2015, Mehta et al. 2014). Se han estudiado sus efectos en el cuerpo humano en torno a su supuesta influencia en dificultar la pérdida de peso (Bosy-Westphal et al. 2014). A continuación, hablaremos sobre las dos principales especulaciones que se han hecho sobre el efecto “yo-yo” que podrían dificultar la pérdida de peso;
1. Reduce el gasto energético en reposo (gasto requerido para mantener las funciones vitales), pudiendo ocasionar una mayor dificultad para perder peso.
Aunque existen algunos estudios apoyando esta idea, no se ha obtenido evidencia suficiente para concluir que la variación de peso (aumento y pérdida) repetidas veces puede dificultar la pérdida de peso cuándo se reinicia una dieta (Mackie et al. 2016, Mehta et al. 2014). También existen estudios mostrando que con la disminución de peso existe una consecuente disminución del gasto energético pero este mismo gasto energético aumenta al recuperar el peso perdido (Bosy-Westphal et al. 2013; Wadden et al. 1994).
Sin embargo, una observación interesante que surge de estos estudios es que, durante un periodo de pérdida de peso, puede existir la pérdida de tejido libre de grasa (musculo y tejido en órganos) el cual es metabólicamente más activo y su variación repercute de manera importante en el gasto energético del cuerpo, este tejido no siempre es recuperado durante un periodo de aumento de peso no intencional (Madigan et al. 2017; Mehta et al. 2014). En otras palabras, cuando se pierde peso a costa de tejido libre de grasa y no se recupera durante el periodo de aumento de peso puede afectar el gasto energético en reposo.
Este hecho es más notorio en personas con peso normal o sobrepeso, que en personas con obesidad que están buscando bajar de peso (Madigan et al. 2017; Montani et al. 2015). Por tal motivo es importante cuidar de no llevar una dieta inapropiada (no saludable) o una inadecuada planeación de una terapia nutricional, ya que puede causar que la pérdida de peso sea a costa de un porcentaje de tejido muscular (Dullo et al. 2015).
2. Modificación en la distribución del tejido adiposo (grasa subcutánea y grasa visceral o abdominal)
La modificación de la distribución o porcentaje de tejido graso después de perder y ganar peso repetidas veces también se ha planteado, sin embargo, a lo largo de diferentes estudios (Bosy-Westphal et al. 2013) se ha visto que esta modificación es mínima, tras evidenciar que el aumento de peso se da con una distribución de tejido adiposo muy parecida a la distribución que se tenía antes de la pérdida de peso (Mackie et al. 2016; Mehta et al. 2014).
Lo que se ha observado es que esta variación de distribución del tejido adiposo depende mas de la edad (principalmente personas mayores) y el peso cuando este es muy bajo (Bosy-Westphal et al. 2013,2014). En personas con obesidad (IMC 30kg/m2), la modificación en la distribución en el tejido graso no se ha evidenciado, posiblemente porque la pérdida de peso es mayormente de tejido adiposo y no llega a reducir un porcentaje importante de tejido muscular como es el caso de personas con peso normal o incluso sobrepeso sin un monitoreo adecuado de la reducción de peso (Bosy-Westphal et al. 2014,2015). Un detalle considerable es que durante el periodo de ganancia de peso la distribución de la grasa solo vario entre géneros, mostrando que los hombres recuperaban el tejido graso perdido en el torso y las mujeres en las extremidades (Bosy-Westphal et al. 2015).
En resumen, la reducción y ganancia de peso repetidas veces no supone un factor que dificulte la pérdida de peso, ya sea por la disminución del gasto energético o la redistribución del tejido adiposo, tomando en cuenta la evidencia actual. Sin embargo, pudiera afectar a individuos con peso normal que, mediante la disminución de peso reduzcan su porcentaje de tejido muscular y al no ser recuperado durante un periodo de ganancia de peso, aumente su tejido adiposo. Como segundo punto es importante mencionar que en algunos casos la continua ganancia y pérdida de peso supone la falta de adherencia al tratamiento nutricional (Madigan et al. 2017; Mason et al. 2013), inadecuada planeación y/o la falta de implementación de estrategias que permitan el mantenimiento del peso reducido (Montani et al. 2015), o reflejan el uso de dietas de “moda” que promueven la pérdida de peso pero que difícilmente pueden mantenerse a largo plazo e integrarse a un estilo de vida saludable.
Por tal motivo resulta relevante comentar sobre lo fundamental que es optar por un plan de alimentación saludable, que tenga como fin principal alcanzar un mejor estado de salud que consecuentemente ayudara a conseguir un peso adecuado y saludable (Mason et al. 2013).
Referencias
Bosy-Westphal, A., Kahlhöfer, J., Lagerpusch, M., Skurk, T. and Müller, M. J. (2015) 'Deep body composition phenotyping during weight cycling: relevance to metabolic efficiency and metabolic risk', Obes Rev, 16 Suppl 1, pp. 36-44.
Bosy-Westphal, A. and Müller, M. J. (2014) 'Measuring the impact of weight cycling on body composition: a methodological challenge', Curr Opin Clin Nutr Metab Care, 17(5), pp. 396-400.
Bosy-Westphal, A., Schautz, B., Lagerpusch, M., Pourhassan, M., Braun, W., Goele, K., Heller, M., Glüer, C. C. and Müller, M. J. (2013) 'Effect of weight loss and regain on adipose tissue distribution, composition of lean mass and resting energy expenditure in young overweight and obese adults', Int J Obes (Lond), 37(10), pp. 1371-7.
Dulloo, A. G., Jacquet, J., Montani, J. P. and Schutz, Y. (2015) 'How dieting makes the lean fatter: from a perspective of body composition autoregulation through adipostats and proteinstats awaiting discovery', Obes Rev, 16 Suppl 1, pp. 25-35.
Mackie, G. M., Samocha-Bonet, D. and Tam, C. S. (2017) 'Does weight cycling promote obesity and metabolic risk factors?', Obes Res Clin Pract, 11(2), pp. 131-139.
Madigan, C. D., Pavey, T., Daley, A. J., Jolly, K. and Brown, W. J. (2018) 'Is weight cycling associated with adverse health outcomes? A cohort study', Prev Med, 108, pp. 47-52.
Mason, C., Foster-Schubert, K. E., Imayama, I., Xiao, L., Kong, A., Campbell, K. L., Duggan, C. R., Wang, C. Y., Alfano, C. M., Ulrich, C. M., Blackburn, G. L. and McTiernan, A. (2013) 'History of weight cycling does not impede future weight loss or metabolic improvements in postmenopausal women', Metabolism, 62(1), pp. 127-36.
Mehta, T., Smith, D. L., Muhammad, J. and Casazza, K. (2014) 'Impact of weight cycling on risk of morbidity and mortality', Obes Rev, 15(11), pp. 870-81.
Montani, J. P., Schutz, Y. and Dulloo, A. G. (2015) 'Dieting and weight cycling as risk factors for cardiometabolic diseases: who is really at risk?', Obes Rev, 16 Suppl 1, pp. 7-18.
Wadden, T. A., Foster, G. D., Stunkard, A. J. and Conill, A. M. (1996) 'Effects of weight cycling on the resting energy expenditure and body composition of obese women', Int J Eat Disord, 19(1), pp. 5-12.
Comentários