Existen 2 leyendas comúnmente utilizadas en el empacado de alimentos y dependerá de cual es utiliza en el producto que quieres consumir para saber si aun puedes comerlo.
Revisa las fechas en la etiqueta
Fecha de caducidad
Esta fecha indica el ultimo día en que el alimento pude ser consumido con total seguridad, cuando este fue almacenado en las condiciones sugeridas por el responsable del producto.
Los huevos empacados son un caso particular, la fecha de caducidad de su empaque indica el ultimo día en que las tiendas pueden ponerlos a la venta y continuar refiriéndose a ellos como huevos frescos.
Compra huevos que no hayan alcanzado su fecha de caducidad y úsalos en un periodo máximo de 30 días. Nunca compres huevos que hayan pasado la fecha de caducidad.
Consumo preferente antes de o fecha de consumo preferente
Esta fecha indica que la comida estará en su máxima calidad o sabor hasta ese día, siempre que sea conservada bajo determinadas condiciones de almacenamiento sugeridas por el fabricante. Estos productos podrían consumirse de manera segura aun después de esta fecha, si son manipulados, preparados de manera adecuada y no muestran señales de deterioro o descomposición.
Este tipo de señal suele utilizarse, pero no se limita a productos de panadería, enlatados y productos secos, como se vio en la definición la fecha se determina por el tiempo de calidad máxima más no por seguridad de consumo.
Fecha de empaque
Sencillamente indica el día en que fue procesado o empacado el producto y por lo tanto la antigüedad que tiene, dato importante particularmente para aquellos productos con tiempos de caducidad muy largos. Por ejemplo, podrías ver que la fecha de caducidad de un producto es en 2021 y si estamos en 2020 tendrás 1 años de almacenamiento para ese producto, sin embargo, al ver la fecha de empaque y notar que fue en 2018, podrás calcular que el producto a pasado la mitad de su vida útil, dato importante si pretendes tener una reserva de alimentos, de lo contrario y si lo vas a utilizar inmediatamente no presenta ningún problema.
Condiciones de tu zona de almacenamiento de víveres
Limpia
Libre de insectos
Seca, la humedad es uno de los factores más peligrosos ya que pone en riesgo la integridad del empaque o directamente del alimento.
Fresco (Temperatura)
Oscuro, la luz directa del sol además de aumentar la temperatura de la zona puede afectar el contenido nutricional de los productos.
Consejos para escoger tu área de almacenamiento
Evita zonas cercanas a emisores de calor como estufas, hornos, escapes o tuberías de humo o campanas de cocina y calentadores de agua.
Toma en cuenta que, si almacenas alimentos en una zona muy cercana a tu estufa, la temperatura será mayor a su alrededor, y posiblemente los muebles o espacios para almacenar que se encuentren cerca absorberán y mantendrán ese calor en su interior por barias horas, lo que podría afectar los productos que ahí se encuentre.
Otra zona que evitar son los espacios debajo del lavadero y barra de cocinar pues tienden a ser más húmedos.
Es importante evitar el contacto directo de los productos con el piso, almacenarlos a una altura mayor es conveniente para mantener la integridad del empaque, por ejemplo, el contacto directo con el concreto puede transmitir humedad o químicos que corroen el metal.
De no contar con un pequeño cuarto dentro de la cocina que tenga las características mencionadas anteriormente, se puede optar por un mueble, de preferencia cerrado, y ubicarlo en la zona donde la temperatura y humedad sean adecuadas. Otra opción es usar un espacio en los muebles superiores de una cocina integral, evitando los más cercanos a la estufa.
Otras recomendaciones
Es recomendable leer las etiquetas de los alimentos, de ellas se obtienen informaciones muy interesantes que nos ayudarán a escoger aquellos productos cuya fecha de caducidad o de consumo preferente sea más lejana. Sobre todo, hay que fijarse en que no haya prescrito dicha fecha.
Aunque para algunos alimentos parezca obvio o por habito los almacenes de cierta forma, dedica un momento a leer las recomendaciones de almacenamiento antes y después de abrir el producto, normalmente encuentras esta información debajo de la lista de ingredientes, podrías sorprenderte de que siempre has dejado un producto en tu alacena después de abrirlo, cuando la recomendación del fabricante es de mantenerlo en refrigeración una vez abierto.
Si el producto se compró a granel, etiqueta el recipiente donde será almacenado con la fecha en que se compró.
Ordena los productos ubicando los que tenga la fecha de caducidad más cercana o que tienen más tiempo desde que se compraron al frente, para que sean utilizados primero.
Al comprar nuevos productos recuerdo repetir el proceso y revisar ubicando siempre delante los de fecha de caducidad más temprana.
Medidas de seguridad al usar un producto enlatado
Los botes o latas abombadas, abolladas, deterioradas, con marcas de oxido o con el sello de seguridad roto deben evitarse. También los alimentos en los que se detecten olores, sabores o colores anómalos.
Descarta cualquier lata que al abrirse expulse el contenido por contener un exceso de presión interna.
Desecha el contenido si existe un olor o apariencia extraña.
Para latas viejas en las que no existe olor o apariencia extraña, puedes poner a hervir el contenido de la lata por 10 min antes de probarlo, como procedimiento extra de seguridad.
Una vez abierta la lata evita dejar el alimento en ella, coloca el sobrante en otro recipiente con tapa y refrigera, en ocasiones los alimentos ácidos pueden adquirir un sabor metálico cuando son dejados en las latas abiertas.
Los productos enlatados pueden duran de un día a una semana después de ser abiertos.
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