Considerado desde un punto de vista biológico, envejecer resulta del impacto que tiene la acumulación de una gran variedad de moléculas y daño celular que ocurre con el paso del tiempo. Esto puede provocar una disminución gradual de las capacidades físicas y cognitivas, así como un mayor riesgo de enfermarse.
Dejando a un lado los cambios biológicos que se presenta, tenemos la gran ola de factores ambientales. Se sabe que algunas de las variaciones en la salud que presentan las personas al envejecer se deben a su genética, sin embargo, una mayor parte es mediada por el ambiente físico y social al que se encuentran expuestos durante cada etapa de su vida.
Nuestro estatus socioeconómico y educativo pueden influenciar la forma en la que comemos, nuestras decisiones y estrategias de autocuidado, lo cual impacta la forma en que envejecemos. Realmente es difícil querer cambiar muchos aspectos que tienen que ver con nuestro entorno social y económico, e incluso hay cosas que forman parte de nuestro pasado que no podemos cambiar y por lo tanto no vale la pena centrarse en ellos. La buena noticia es que hay otros factores en los que se puede tomar acción y que pueden influenciar nuestro proceso de envejecimiento de forma positiva.
Resumidas en una pequeña lista podemos mencionar las áreas generales de cuidado para mejorar la forma en la que envejecemos.
En primer lugar tenemos mantener una alimentación balanceada y placentera (por ejemplo, puede ser en compañía de otros o haciendo cada tiempo de comida una experiencia agradable), realizar actividad física de manera regular que promueva el acondicionamiento cardiovascular la flexibilidad y desarrollo de fuerza funcional, practicar actividades de estimulación cognitiva, mantener un estado mental optimista, continuar cultivando y formando nuevas relaciones personales, tratar de disminuir los niveles de estrés, y continuar redescubriendo el propósito de vivir.
Considerando todo lo anterior, nuestro envejecimiento requiere de tomar acciones a lo largo de nuestra vida que ayuden a modificar y/o reducir factores de riesgo, de tal forma que podamos evitar en lo posible la aparición de enfermedades o condiciones que ocasiones la pérdida de capacidades físicas y cognitivas.
Por lo tanto, nuestra capacidad para envejecer y aumentar la calidad de nuestros años de vida depende en parte de nuestra habilidad para ajustar nuestras influencias ambientales.
Cuentanos tus dudas, opiniones y sugerencias sobre que tema te gustaria que platicaramos en proximas publicaciones. Nos encataría saber más de ti
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